En octubre volvió a caer el saldo del crédito bancario para
las empresas y para las familias, ya sea para adquirir vivienda o bienes de
consumo. La deuda total de las familias también sigue descendiendo.
Banqueros, gobernantes y expertos coinciden en que el proceso de
desapalancamiento de la economía española no ha terminado. Los números que
mensualmente publica el Banco de España demuestran que, de hecho, este proceso
sigue adelante, adelgazando cada vez más los saldos crediticios de las entidades
financieras.
En octubre, según los datos publicados esta mañana por el regulador, el mayor
descenso lo registró el crédito a las empresas que se quedó en 784.088 millones
de euros, acelerando su ritmo de caída interanual hasta el 6,8%, casi un punto
porcentual más frente al mes anterior. Con respecto a septiembre, la
financiación bancaria concedida al sector productivo cayó el 1%, o 8.335
millones.
Fuentes del sector aseguran que este descenso se explica, principalmente, por
la caída de las refinanciaciones a las empresas, después de que el Banco de
España endureciera los criterios de provisiones para este tipo de operaciones.
"Las empresas, y especialmente las pymes, piden sobre todo refinanciar y ahora
para los bancos es más difícil", recordaba recientemente el presidente de un
banco procedente de una caja en un acto con periodistas.
Pero las empresas no son las únicas que sufren por el cierre del grifo de la
banca. El crédito a familias para la adquisición de vivienda también acentuó su
caída en octubre hasta el 3,4% interanual, es decir, el mayor ritmo desde que
empezó la crisis. El saldo de estos préstamos se quedó en 645.440 millones,
2.586 millones menos que el mes anterior.
Tampoco se salva el resto del crédito a hogares, principalmente para el
consumo, aunque en este caso el ritmo de caída se ralentiza hasta el 4%, desde
el 4,7% del mes anterior. El saldo se queda en 189.805 millones, apenas unos
cien millones menos que en septiembre.
La deuda total de las familias españolas se situó en octubre en 838.072
millones, el 4,11% menos que un año antes y el nivel más bajo desde el inicio de
la crisis, en 2007.
Las previsiones de los expertos apuntan a que el crédito no volverá a
repuntar en el corto plazo. La economía española se encuentra en recesión, lo
que afecta negativamente la demanda de financiación, mientras que los bancos se
han vuelto más estrictos con los criterios de riesgo aplicados a la concesión de
préstamos. Además, hay que tener en cuenta que en los próximos años los bancos
que hayan recibido ayudas públicas tendrán que aplicar una fuerte reducción de
sus balances (un 60% en el caso de los cuatro nacionalizados), lo que
inevitablemente pasará por una nueva vuelta de tuerca al crédito.
De hecho, justo ayer
el presidente de la patronal bancaria AEB, Miguel Martín, afirmó que las
entidades sanas tienen que conceder más créditos para compensar lo que no
pueden dar las que están siendo reestructuradas.
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